Friday, November 4, 2011

sombras de miami


Pare el auto. Dije – basta -  por un rato. La bahia se abria ante mi, - como recordar el nacimiento bienamado -, como la nostalgia se abre al olvido, como el viento arrastra atrevido… Se abria ante mi.
De pronto las luces eran distintas, susurraban a mi oido el recordar de las distancias, las dimensiones creadas por el hombre. Y maldeci por estar lejos.
Siempre he amado las palabras, venero odioso el sentimiento, rindo culto al pensamiento. Por eso estoy aqui, aparte de una venganza personal contra lo comun del recorrido.
Tendran que conocerme poco a poco. Y de a poco tambien me ire; asi que entiendan de que hablo, a ver si entre todos por un rato podemos movilizar a este mundo, que se esta asentando demasiado.
Pero no lo olviden, les dire adios en un instante, decir adios se ha transformado en parte de mi vida.
Que paso? Porque estamos empecinados en seguir destruyendolo todo?
Porque peleamos? Porque nos robamos, nos castigamos, nos engañamos? Llegue a la conclusion que el que engaña esta trizte, el que necesita engañar es un perdedor, porque no esta conforme consigo mismo.
Que es todo esto? Yo solo queria decirles – hola -, queria decirles que no por estar aqui me deje ganar, queria decirles que solo me canse y busque modificarlo todo, hasta el lugar; y que 
he crecido mucho,  y  lo  logre  abriendole  la  puerta – para siempre – al niño que pense habia sido. 

Y me rio de los pobres de corazon que nunca recuerdan que estan vivos. Y me rio de todos aquellos que no se sientan, a veces, por un rato, a mirar la bahia y dejar volar un poco las 
palabras, a soñar despiertos con la caida de las estrellas.

Y las estrellas se reflejaron en el mar, y la bahia se ilumino.

Encendi mi auto.

Y segui.

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